Ingredientes:
- 1 kg de harina de fuerza
- 10 g de sal
- una pizca de azúcar
- 1/2 l de agua
- 100 ml de aceite de oliva
- 25 g de levadura fresca
- 150 g de queso emmental
- 150 g de sobrasada
- 150 g de nueces
Preparación:
Tamizaremos el kilo de harina, mezclaremos la sal y lo reservaremos.
En un recipiente calentaremos ligeramente el agua, añadiremos el aceite la pizca de azúcar y la levadura. Lo disolveremos todo y añadiremos la harina que tenemos reservada, hasta lograr su completa integración. Lo amasaremos unos 10 minutos hasta que se nos despegue totalmente de las manos.
Una vez hecha dicha masa, pasaremos a hacer tres partes. Dos iguales y la tercera un poco mas grande.
De las dos partes iguales, cogeremos una e integraremos en la masa totalmente el queso. Si lo tenemos rallado es más cómodo de integrarse. Una vez este bien integrado, lo dejaremos que repose hasta que doble su volumen.
Con la otra parte, hacemos lo mismo que con la primera, en este caso, integraremos en la masa totalmente la sobrasada. Una vez este bien integrada, lo dejaremos que repose hasta que doble su volumen.
Por último, haremos el tercer amasado. Con la parte más grande de masa que nos queda, haremos lo mismo, en este caso integraremos en la masa totalmente las nueces troceadas. Una vez esten bien integradas, lo dejaremos que repose hasta que doble su volumen.
Cuando ya tengamos las tres masas reposadas, hay que extenderlas y reservarlas. La de queso, un poco más extendida que la de sobrasada y la de nueces.
Para extenderlas, nos ayudaremos de un rodillo y harina para que no se nos peguen. Esparciremos un poco de harina sobre el mármol y sobre ésta, empezaremos por la de queso, reservándola. Haremos lo mismo con la de sobrasada y con la de nueces, quedando las tres reservadas.
La de sobrasada la colocaremos sobre la de queso, teniendo en cuenta que la de queso es algo más larga. Tal como están, las cortaremos haciendo 4 columnas. Colocaremos una encima de otra y con el trozo más extenso que es la de queso, la pondremos por encima. Ya tendremos nuestras cuatro barras.
Ahora, con la de nueces, envolveremos todas (como si de una manta se tratase) con lo que ya tendremos nuestro pan de Sant Jordi listo para dejarlo que fermente de nuevo. Más o menos de una media hora a tres cuartos.
Cuando nos haya aumentado el volumen, lo hornearemos. Pondremos un recipiente con un poco de agua para que nos hornee con un grado de humedad. Lo hornearemos de 45 a 50 minutos a unos 180 ºC. Durante su cocción, lo iremos humedeciendo con un poco de agua, para que no se nos quede muy dura la corteza.
Ya tenemos listo nuestro pan de Sant Jordi.