Ingredientes:
- 1 limón
- 2 manzanas reineta grandes
- 3 sobrecitos de azúcar avainillado
- 1 cereza
- 5 huevos
- 1 pizca de sal
- 125 g de azúcar
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 70 ml de aceite de girasol
- 125 g de harina
- 1 sobre de levadura
- 1 puñado de nueces
Preparación:
Lavaremos bien el limón, rallaremos la piel y reservaremos.
Lavaremos y pelaremos las manzanas, partiéndolas por la mitad y descorazonándolas. Las cortaremos en láminas muy finitas y las rociaremos con el zumo de medio limón, del cual acabamos de rallar la piel. Las reservaremos.
Con papel vegetal, forraremos el fondo del molde, en el cual vamos a hacer el bizcocho. Una vez forrado, verteremos los 3 sobrecitos de azúcar avainillado. Si se prefiere se puede hacer un almíbar y poner el azúcar caramelizado.
Con la manzana laminada, forraremos todo el fondo, poniendo en el centro la cereza. La manzana sobrante nos servirá para el relleno. Este tipo de bizcocho, se llama bizcocho de manzana invertido, ya que cuando esté acabado, le daremos la vuelta quedando en el fondo la actual parte superior. Ya teniendo el fondo forrado, lo reservaremos y pasaremos a hacer el bizcocho.
Cogeremos los 5 huevos y 2 bols. En uno pondremos las claras y en otro pondremos las yemas.
Donde tenemos las claras, echaremos una pizca de sal y un cuarto del azúcar (unos 30 g) del total que tenemos preparada. Lo mezclaremos, pondremos las claras a punto de nieve y reservaremos.
Cogeremos las yemas, empezaremos a batirlas agregando el resto del azúcar, la ralladura del limón, la esencia de vainilla y el aceite.
Una vez tengamos todo incorporado, añadiremos tamizadas harina y levadura, hasta que consigamos integrarlo. Añadiremos las nueces y en trozos, el resto de manzana que nos haya quedado, bien mezclado.
Una vez lo tengamos todo integrado y sin que pierda el aire que haya cogido, añadiremos las claras que tenemos a punto de nieve.
Cuando todo esté bien integrado, lo pasaremos al recipiente que tenemos reservado con la manzana en el fondo, añadiendo todo el preparado del bizcocho por encima.
Hornearemos durante 35 o 45 minutos dependiendo del horno, a una temperatura de 180 ºC, con calor arriba y abajo. Si nuestro horno dispone de aire, mejor. Si no lo tiene, es suficiente.
Transcurrido dicho tiempo, pincharemos para verificar que el bizcocho este completamente cocido.
Una vez esté frío, pasaremos a desmoldarlo dándole la vuelta, quedando el reverso por encima.
Ya tenemos nuestro bizcocho de manzana hecho.
La decoración se puede hacer al gusto, por ejemplo con chocolate con nueces o con lo que mejor nos agrade.