Ingredientes:
- 250 g de almendra molida
- 200 g de azúcar
- 70 ml de agua
- Raspadura de naranja y de limón al gusto
- 2 huevos
- Piñones
Preparación:
Pondremos un bote a fuego lento, añadiendo el agua y el azúcar. Lo disolveremos haciendo un pequeño almíbar.
Añadiremos la raspadura de naranja y de limón, apagaremos el fuego y añadiremos la almendra molida removiéndola hasta que se nos separe de la cazuela.
Lo dejaremos templar. Haremos una bola con la masa, envolviéndola en un papel film y la pondremos en la nevera, dejándola reposar de 2 a 4 horas como mínimo.
Una vez la tengamos reposada, pasaremos a hacer pequeñas partes y de éstas, bolitas de unos 10-15 gramos y las reservaremos.
En un bol, prepararemos los piñones y les añadiremos una yema de huevo.
Estos la irán absorbiendo haciendo que queden pegajosos, ayudándonos a que se nos adhieran mejor a las bolas que tenemos reservadas.
Pasaremos las bolas cogiendo un puñado de piñones en la mano y apretándolos, dándoles la forma redonda inicial y poniéndolas en una bandeja sobre papel de hornear.
Finalizado el proceso y con la ayuda de un pincel de repostería, pasaremos la otra yema de huevo sobre estos, para que nos cojan color.
Mientras tanto, pondremos el horno a 220 ºC y una vez esté caliente, añadiremos la bandeja con los panellets de 7 a 10 minutos, dependerá siempre del horno.
Cuando los veamos dorados, ya los podremos sacar y dejar enfriar.
Si queremos que nos cojan un color más brillante, con la ayuda de un envase spray, los rociaremos con un poquito de miel disuelta en anís, y cogerán un color brillante.
Ya tenemos nuestros panellets listos.